y sin embargo las causas de lo que parece ser actos de maldad al azar puede que nunca se conozcan completamente. Pablo sostenía que ninguna persona. Esta pregunta me ha surgido en varias ocasiones, la conclusión a la que he llegado es que, realmente, no somos dueños de nuestros actos. Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la realidad. La bondad o maldad de actos, palabras, etc. se siente, no se conoce. Por más problemático que sea el juzgar, responsabilizar y condenar a alguien por la maldad de sus actos, la sociedad se vendría a bajo si. new/9581-1-5626.php | ||||||
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